Adicta a mi misma

Por Marcella Tagliari (@maatagliari)

Las personas pasamos una gran parte de nuestras vidas pensando en lo que la gente opina o no de nosotros, ¿no? La verdad es que ser juzgado es algo que nadie debería permitir, pero que terminamos aceptando, e incluso haciendo. Porque después de todo ¿qué tienen que ver los demás con nuestra vida? Siempre pensé en todo - en todos - antes de reparar en mí, mis sentimientos y lo que llevo dentro.

No me di cuenta de que las personas sólo precisamos compartir nuestros momentos - buenos o malos, tristes o alegres, conquistas, sueños, planes e ideas - con quienes elegimos para tener alrededor y, principalmente, con las personas que sabemos que nos aceptan y nos aman como somos. Es la opinión de esas personas la que importa… de nadie más - ¡nadie!

No sére hipócrita y les diré que es fácil cerrar los ojos y los oídos - y hasta el corazón - a aquellos que nos juzgan sin querer conocer más de nuestra esencia, para quien sólo nos quiere generar dolor. ¡Es un ejercicio diario, arduo y lleno de fuerza de voluntad! Pero no es imposible, ¡en serio!

Usar la ropa que quieres, o el color de labial que quieres, llevar el cabello con tu estilo, reír alto y divertirse, ser tú misma y no preocuparte por lo que la gente está, o puede estar, pensando de ti es difícil. ¡Más de lo que algunos creen!

Tienes que practicar y esforzarte mucho, como con cualquier otra cosa que requiere nuestra dedicación. Pero les diré algo: cuando consigues ser únicamente tú misma sin pensar en nada más, es hermoso… ¡tan hermoso que se vuelve un vicio! La vida es otra - ¡más colorida y llena de oportunidades que incluso no habíamos visto!

Chicas, vamos a amarnos por encima de todo, ¡porque nuestra felicidad es lo que más importa en la vida! ¡Sé tú misma, sin pestañear! Y si yo conseguí dar vuelta esta situación, tú también puedes. ¡Sólo tienes que intentarlo!