ANALÍZAME

Tener una buena amiga que te escuche, en ocasiones puede ser más efectivo que una terapia. Nada mejor que hablar de tus problemas con alguien que te quiere, te conoce, alguien en quien confías, y… ¡sin pagar un centavo! Sin embargo, siempre existe aquella amiga que se mete demasiado en el personaje: la “amiga-psicóloga”… Aquí presentamos varios tipos de amiga-psicóloga ¿Alguno te resulta familiar?

La profesional. Esta amiga no solo ejerce su profesión en el consultorio, sino que la ejerce contigo. A la hora de aconsejarte, sea cual sea tu problema, siempre invocará a tus padres y a los traumas de tu niñez, usando términos específicos y complicados (que tal vez ni ella entienda).

En el otro extremo tenemos a la fanática de la terapia. Ella acude al psicólogo, al psiquiatra, a la astróloga, a la tarotista, al homeópata, etc., etc., etc. Probablemente, sus consejos se contradigan y varíen según de qué terapia haya sido su sesión más reciente. Otra variedad de amiga-psicóloga es la que, simplemente, no espera a que vayas por un consejo para darte su opinión y profundo análisis de lo que te sucede. Se agradece su buena voluntad, pero a veces puede ser un tanto invasiva.

A no desesperar: es solo cuestión de estar atentas a que la balanza “amiga-psicóloga” se mantenga equilibrada. La mayoría de las veces, una charla con este tipo de amigas puede resultar una muy buena experiencia. No es lo mismo que te aconseje alguien que te conoce y que pueda haber vivido lo mismo que tú, que un desconocido que se esconde detrás de su espesa barba y sus libros. Además, tal vez el día de mañana, la amiga-psicóloga seas tú…

Y tú, ¿sueles seguir los consejos de tus amigas? ¿O eres de las que los dan? Si quieres ver qué tipos de consejos da una psicóloga, no dejes de ver Necessary Roughness.