Pareja o rival
Pueden transformarse en chefs expertos con tal de mejorar los platos que el otro prepara, cruzan miradas desafiantes cada vez que alguno recibe un cumplido, a la hora de hablar acerca de logros laborales o académicos, siempre lo hacen con una cuota de exageración, y son capaces de dejar la casa reluciente solo para demostrar sus habilidades supremas con los productos de limpieza...
En ocasiones, la vida en pareja deja de ser un trabajo en equipo y se convierte en una competencia. Por supuesto, esto no tiene por qué ser algo negativo: un toque de competitividad puede ser muy sano para la relación, ya que los mantiene activos y asegura el esfuerzo de ambos en distintos ámbitos por dentro y por fuera de la vida conyugal.
No obstante, pasado cierto límite, es posible que la inocente rivalidad se convierta en un enfrentamiento feroz, inclusive sin que lo notemos. ¡A no desesperar! La situación puede revertirse, solo es cuestión de poner atención a ciertas señales:
Por ejemplo, que por el simple hecho de ganar una discusión, esta se extienda más de lo necesario, que la primera reacción ante un éxito del otro sea enojarnos en lugar de alegrarnos, o que dejemos de hacer actividades en conjunto por temor a ser superados.
En este punto es más que importante dejar el orgullo de lado (en la medida de lo posible), expresar con sinceridad sus sentimientos, y, principalmente, ¡tomárselo con humor! Seguramente, con una buena charla y risas de por medio, la envidia y los celos terminen pareciendo tonterías en comparación con todos los aspectos positivos de la relación. Y, si aún se sienten deseosos de competir, los juegos de mesa nunca fallan.
Y tú, ¿eres competitiva con tu pareja? Si quieres conocer otros motivos por los que una relación puede tambalear, no dejes de ver Jane The Virgin, JUEVES a las 9 PM MEX / 8 PM COL / 8:30 VEN / 22 HS ARG.