Sobrevivientes del cáncer de seno desfilaron en la semana de la moda de Nueva York
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Dana Donofree, una diseñadora de lencería y sobreviviente del cáncer de seno fue responsable de la iniciativa.
A los 27 años, el mundo de Dana Donofree saltó en pedazos: la joven diseñadora, que estaba a punto de casarse con su prometido, fue diagnosticada con un tipo particularmente agresivo de cáncer de seno, que la obligó, tras un duro tratamiento con quimioterapia, a practicarse una doble mastectomía.
Dana logró sobrevivir a la terrible experiencia, pero su cuerpo nunca fue el mismo. Tras la cirugía, la joven notó un nicho en el mercado de la ropa interior: no existían sostenes que, además de ajustarse a las necesidades fisiológicas de las sobrevivientes de cáncer de seno, ofrecieran modelos bellos y atractivos.
Así nació la marca AnaOno, dedicada a ofrecer ropa interior diseñada para realzar la belleza y la fuerza de las mujeres que lograron vencer esta devastadora enfermedad. “Mi misión es desarrollar [prendas] para mujeres que han tenido reconstrucción de senos, cirugía de senos, mastectomía o que viven con otras afecciones que causan dolor y malestar. La comodidad no se debe negociar”, explica Donofree.
En la última edición de la prestigiosa semana de la moda de Nueva York, AnaOro se alió con la ONG #Cancerland, dedicada a llevar al centro de la escena, a la hora de hablar de cáncer, a las voces de las propias sobrevivientes y quienes batallan con la enfermedad, para conmover a los participantes de su desfile con una pasada protagonizada exclusivamente por sobrevivientes de cáncer de seno.
La idea surgió a partir de la necesidad de empoderar a quienes lograron vencer a la enfermedad, que muchas veces luchan durante años para adaptarse nuevamente a un cuerpo que refleja las heridas de sus batallas. Donofree sabe mucho del tema, luego de declararse oficialmente sana, decidió tatuarse, en homenaje a su fuerza y su valor, un complejo diseño floral sobre sus cicatrices. Es que en una sociedad que parece solo valorar la belleza superficial de las mujeres, nunca está de más recordar que no son nuestros senos ni nuestras medidas perfectas las que nos hacen hermosas, sino nuestra capacidad de transformar el mundo.
Y tú, ¿cómo crees que se puede ayudar a las sobrevivientes de cáncer de seno a amar sus cuerpos?