Tatuajes contra el cáncer

Los momentos más importantes de nuestras vidas dejan marcas, nos modifican. Luego de atravesarlos, no somos las mismas. Esta metamorfosis puede suceder adentro nuestro, en nuestra forma de ver la vida y nuestra actitud ante los problemas. En algunos casos, también sucede afuera, en nuestro cuerpo, a la vista de todos.

Las mujeres que, en su batalla contra el cáncer de mama, debieron someterse a una mastectomía, saben exactamente a qué nos referimos. Estas valientes guerreras portan las cicatrices de su lucha con sentimientos encontrados: si bien las llenan de orgullo, también les recuerdan los terribles momentos que tuvieron que atravesar.

¿Cómo aprender a llevar y aceptar estos cambios en el cuerpo, estas profundas marcas?

Molly Ortwein, una sobreviviente del cáncer de mama, y un grupo talentosos artistas crearon el proyecto Personal Ink, o P.ink (http://p-ink.org/), como una posible respuesta a esta pregunta. Proponen convertir las cicatrices en verdaderas obras de arte.

¿Cómo? Poniendo en contacto a mujeres que vencieron el cáncer de mama y a talentosos tatuadores, para ayudarlas a transitar su proceso de sanación física y emocional.
Muchas de las participantes del primer “P.ink day”, en Nueva York, jamás se habían hecho un tatuaje. El resultado de este encuentro fue asombroso y conmovedor: Todas ellas salieron de la tienda luciendo hermosas y femeninas imágenes decorando sus cicatrices, e inmensas sonrisas en sus rostros.

Y eso no es todo. Para las más indecisas, la organización lanzó la aplicación Inspiration, en la que pueden cargar imágenes de sus torsos y probar distintos diseños de tatuajes, modificar el tamaño, la ubicación y, verdaderamente, “inspirarse”.

Esto nos demuestra el increíble poder de sanación que tiene el arte. ¡Todas podemos aprovecharlo! Y tú, ¿te realizarías un tatuaje sobre una cicatriz? ¿De qué otras maneras atravesarías un difícil proceso curativo como este?