Ghislaine Maxwell, la cómplice de Jeffrey Epstein
Cómo la mano derecha de Jeffrey Epstein pasó de ser una aristócrata a una criminal sexual.
En julio de 2019 el mundo se conmocionó con la historia de Jeffrey Epstein, un famoso magnate financiero de Nueva York, que abusaba sexualmente de menores hasta de 14 años de edad. Tras las acusaciones, Epstein fue puesto en prisión, pero se suicidó sospechosamente antes de ser juzgado. La historia tuvo repercusión mundial, pero, lejos de terminar con la muerte del magnate, siguió su curso con Ghislaine Maxwell, su mano derecha.
Ghislaine Maxwell nació el 25 de diciembre de 1961. Hija de Robert Maxwell, un poderoso magnate de los medios. Creció entre lujos, al punto de vivir en un enorme castillo de Oxford, en donde acudió a las escuelas más caras, incluyendo la prestigiosa Universidad, en donde estudió literatura e historia moderna. Ghislaine gozaba de una vida social muy activa, era empresaria, ejecutiva y miembro del jet set. Acudía a los eventos más importantes de la alta sociedad inglesa, siempre vestida a la última moda.
Su padre pretendía emparejarla con John Kennedy Jr., pero en su lugar ella salió por un tiempo con el conde italiano Gianfranco Cicogna, otro aristócrata que disfrutaba de la vida social como ella. En 1991, luego de haber comprado el New York Daily News, y de poner a Ghislaine como cabeza del proyecto, Robert Maxwell desapareció de la cubierta de su yate y poco después fue encontrado en el agua sin vida. Las circunstancias de su muerte siguen siendo un misterio.
Tras muerte de Robert Maxwell, se descubrió un fraude que vino a derrumbar el imperio. Dos de los hermanos de Ghislaine terminaron en prisión y ella se instaló en Manhattan tratando de rehacer su vida. Pero lejos de llevar una vida modesta, los lujos, las fiestas y la vida social volvieron muy pronto. El motivo: su reciente noviazgo con Jeffrey Epstein, otro magnate, esta vez de las finanzas. Ella le abrió a él las puertas de la alta sociedad y él le devolvió a ella el lujo y las riquezas que había perdido.
El noviazgo solo duró 2 años, pero extrañamente el vínculo se hizo incluso más fuerte. Según testigos del caso, Ghislaine era “La señora de la casa: mitad novia, mitad empleada, una especie de gerente general y mejor amiga. Era la que arreglaba los problemas y facilitaba las cosas”. Ghislaine se convirtió, en resumen, en la mano derecha de Epstein. Sin embargo, sus labores iban más allá de manejar al personal de la casa y las finanzas del magnate. Como se probó por numerosos testimonios de las víctimas, Ghislaine se encargaba de conseguir adolescentes que le dieran a Epstein “masajes sexuales”, a veces hasta tres al día. Ella las disuadía, las amenazaba y las convencía de irse de viaje con ella, con el financista y con sus amigos poderosos, y en ocasiones también participaba de los abusos sexuales.
Tras las acusaciones contra Jeffrey Epstein, Ghislaine Maxwell se retiró de la luz publica con la esperanza que la tormenta pasara sin afectarla. Pero luego del suicidio de Epstein todos los focos apuntaron sobre ella. Ghislaine fue capturada y juzgada en una corte de Nueva York en donde fue encontrada culpable, a pesar de que ella sostuvo su inocencia pese a las masivas pruebas en su contra. Aún se desconoce el tiempo de su condena, aunque se sabe que será al menos de 40 años, por lo que pasará el resto de sus días en prisión.
Ahora, se espera que la justicia norteamericana vaya tras otros poderosos que participaron de los abusos organizados por Ghislaine Maxwell y Jeffrey Epstein, y uno de los principales apuntados es el Príncipe Andrés, duque de York. Precisamente, este y otros detalles de este impactante caso son analizados a profundidad en el documental GHISLAINE MAXWELL: LA MADAME DEL JET SET, muy pronto, solo en LIFETIME.