Chicas en motocicleta
La clásica imagen del motociclista, aquel hombre rudo, musculoso, con tatuajes y ropa de cuero a quien no querrías cruzarte en un mal día, ha logrado caer en los últimos tiempos. Sin embargo, aún hoy, la motocicleta es considerada un vehículo esencialmente masculino.
Por fortuna, eso está cambiando. Cada vez más mujeres, de todas las edades y profesiones, se suben a las motos, dispuestas a desafiar los cánones establecidos y apropiarse de este cómodo y rápido medio de transporte.
Una clara prueba de ello es el proyecto llevado a cabo por las argentinas de Run Baby. Estas tenaces muchachas iniciaron un servicio de mensajería en motocicleta conformado íntegramente por mujeres. Si bien, como asegura Paula Berlín, una de las fundadoras, debieron enfrentar prejuicios y desconfianza en un comienzo, su compromiso con el trabajo y la calidad del servicio finalmente dieron sus frutos.
El boom de las motociclistas ha repercutido, a su vez, en las empresas fabricantes, las cuales se encuentran lanzando a la venta modelos que suponen más adecuados a su nuevo público (y los hombres amantes de los scooters de colores pasteles están ampliamente agradecidos).
Este es, sin lugar a dudas, un gran paso para el género femenino en la lucha por la igualdad. Sin embargo, no todo es color de rosa: la cultura machista continúa imperando, y sus efectos en este caso no pueden pasarse por alto. Las motociclistas son un blanco de acoso callejero, encontrándose expuestas a las miradas y comentarios ofensivos tanto de conductores de automóviles como de transeúntes.
A todos ellos les decimos: ¡no saben con quien se están metiendo! Las chicas en moto no darán marcha atrás y, con los cascos en alto, continuarán reclamando su lugar en las calles.
Y tú, ¿conducirías una motocicleta?