Chicas en patineta
Desde pequeñas, fuimos educadas para creer y aceptar que ciertas cosas, simplemente, no eran para nosotras. Por sus riesgos, su demanda de fuerza física o porque no encajaban en nuestro rol establecido, actividades como andar en patineta, esquiar, hacer snowboard o surf parecían ser de dominio masculino.
Afortunadamente, muchas tenaces mujeres y asombrosas modelos a seguir están cambiando la escena de los deportes de acción. La argentina de ascendencia armenia Valeria Kechichian, promotora del skateboarding femenino, es una de ellas.
Dedicada a romper los estereotipos que rodean esta disciplina, su historia de amor con la patineta ha sido, desde el inicio, sumamente original. Valeria no era una patinadora precoz de niña, no nació abrazada a una tabla de skate ni nada parecido. Fue recién a los 28 años de edad cuando comenzó a patinar, “casi como una medida desesperada para dejar el alcohol y otros malos hábitos”.
Hasta ese momento, Valeria nunca se había sentido cómoda en los espacios y roles que ocupaba, ni siquiera en su empleo como secretaria en un estudio de abogados. El contacto con el deporte le dio una nueva perspectiva, y su vida dio el salto de 180 grados que tanto necesitaba.
Viviendo en Madrid, España, empezó a incluirse en la escena del skateboarding. Sin embargo, la ausencia de mujeres en esos espacios resultaba evidente e inquietante. Si ella había mejorado su calidad de vida gracias a la patineta, si había conseguido dejar atrás adicciones y trastornos alimenticios, si había encontrado un lugar de pertenencia, desahogo y diversión, ¿por qué otras chicas no podían hacerlo?
Entonces decidió poner manos a la obra. Junto a otra latinoamericana, la venezolana Jacky Madenfrost, creó en 2010 la comunidad Longboard Girls Crew (LGC), con el objetivo de empoderar a las mujeres y fomentar su acercamiento los deportes.
Comenzaron publicando videos en los que mostraban lo sencillo y divertido que podía ser patinar, e instando a sus seguidoras de Facebook a que subieran los suyos. Siguieron las reuniones, los paseos grupales en skate, las competencias, mientras la asombrosa iniciativa crecía más y más.
Hoy, LGC tiene presencia en 80 países. Además de crear lazos entre las skateboarders de todo el mundo, es a su vez un excelente ejemplo para las nuevas generaciones: “podemos hacer todo lo que queramos, sin etiquetas de género.”, afirma Valeria.
Y tú, ¿qué deporte de acción practicas o practicarías?