El costado oculto de las acusaciones de acoso sexual

Hollywood está enfrentando uno de los mayores escándalos de su historia: el productor Harvey Weinstein, uno de los hombres más poderosos de la industria cinematográfica, ha sido acusado por múltiples mujeres del ambiente, entre ellas Lea Seydoux, Emma de Caunes, Gwyneth Paltrow, Asia Argento, Ashley Judd, Cara Delevingne, Rosanna Arquette, Judith Godreche, Angelina Jolie y Rose McGowan, de acoso sexual. El resonado caso parece haber abierto una verdadera caja de pandora y pone en foco una problemática que rebalsa, por lejos, los casos aislados.

A partir de las denuncias, un término, que no es nuevo para el feminismo, empieza a sonar con fuerza: “cultura de la violación”. El concepto hace referencia al entramado social y cultural que permite a los hombres violentar a las mujeres, amparados por todo un sistema armado para invisibilizar y acallar la problemática. Esto es precisamente lo que hace que muchas no se atrevan a denunciar los abusos sufridos, temerosas de las represalias que le esperan a quienes osan romper el silencio. En este sentido, el caso Weinstein sorprende no solo por la cantidad de mujeres que fueron violentadas por el magnate, sino por la compleja trama de encubrimientos que permitió que el productor se saliera con la suya durante décadas.

Afortunadamente, las cosas están empezando a cambiar. Cada vez más mujeres se atreven a alzar la voz contra el machismo. Es que denunciar no es solo un acto de justicia individual sino que permite a otras que han sufrido cosas similares comprender que la violencia sexual no es su culpa, sino un problema sistemático que atraviesa a todas las clases sociales. 

Como declaró la actriz Julia Roberts: "Hemos escuchado esta historia exasperante y desgarradora innumerables veces antes. Me mantengo firme en la esperanza de que finalmente nos reunamos como sociedad para enfrentar este tipo de comportamiento predatorio, para ayudar a las víctimas a encontrar sus voces y su curación, y para detenerlo de una vez por todas.” 

Y tú, ¿te atreverías a denunciar un acoso sexual en el ámbito laboral?