Estrategias femeninas para conseguir lo que queremos
Más allá de las cámaras
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Para alcanzar nuestros objetivos, resolver problemas y lograr que las cosas resulten exactamente como queremos, las mujeres llevamos varios ases bajo la manga. ¿Cuál es el tuyo?
La capacidad de realizar muchas actividades simultáneamente, también conocida como multitasking, es una de las habilidades femeninas más útiles y celebradas. Tanto en casa como en el trabajo, el multitasking nos provee velocidad, eficacia y la posibilidad de alejarnos de esas molestas “segundas opiniones” (nunca tan buenas como las nuestras, claro).
Cuando el deseo de hacerlo todo excede nuestras capacidades físicas, humanas, el poder de delegar toma el mando de la situación. Estar al tanto de quién es más idóneo para cada actividad, y luego comunicarla con claridad y firmeza no es tan fácil como suena. De hecho, ¡es todo un arte!
Otro maravilloso poder femenino es el estrecho vínculo que tenemos con nuestras emociones. Si no dejamos que nos domine el sentimentalismo y, por el contrario, aprendemos a dominarlo, lograremos expresarnos con honestidad y coherencia. Si a esto le sumamos una que otra lágrima derramada, la efectividad de la técnica está garantizada.
La estrategia opuesta también ha probado su eficacia. Cuando la gravedad de una situación lo exige, por lo general somos las mujeres las que logramos poner nuestras emociones a un lado y actuar con frialdad. Ya habrá tiempo para desplomarse en un sillón y llorar desconsoladamente, luego de resolver la urgencia.
La empatía es otra virtud femenina invaluable. Si comprendemos cómo se sienten y qué piensan los otros, es mucho más sencillo “orientarlos” en la dirección de nuestros propios objetivos.
Y, por supuesto, poseemos la capacidad de comprender cuál de todas estas estrategias es la más adecuada para cada circunstancia. Pensar rápido, ¡y actuar!
¿Qué técnica te ha dado mejores resultados?