La cultura no es un disfraz
Todos los niños y, hay que confesarlo, la mayoría de los adultos, aman disfrazarse. Sin embargo, las opiniones contrapuestas acerca de lo que debería mostrar o representar un disfraz, pueden llegar a transformar una divertida festividad como Halloween en un verdadero foco de conflicto y discusión.
Hay quienes opinan que esta fecha es una excelente ocasión para exhibir la diversidad cultural, que los niños conozcan y aprendan un poco sobre otras tradiciones y costumbres alrededor del mundo. Este punto de vista, no obstante, tiene sus detractores. Muchos creen que reducir una cultura entera a un simple disfraz se trata nada más y nada menos que de apropiación cultural, y que tiende a reforzar estereotipos que, a estas alturas de la historia, ya deberían caer.
Un reciente ensayo publicado en el blog raceconscious.org deja este punto bien en claro. La autora Sachi Feris, madre de una niña de 5 años, toma el ejemplo de Moana, protagonista del film de Disney de 2016. “Moana está basada en una historia real y en un grupo real de personas. Si vamos a disfrazarnos de una persona real, debemos asegurarnos de hacerlo de una manera respetuosa. De lo contrario, sería como burlarse de la cultura de alguien más.”, asegura.
Algunos usuarios hicieron eco de las posturas de Feris: “Una niña blanca disfrazándose de Moana podría, fácilmente, ser apropiación cultural”, “La gente blanca no puede disfrazarse de gente de color, porque apela a la historia y a la práctica actual de la opresión racial.” Pero las contestaciones no tardaron en llegar, y la polémica estalló en las redes sociales.
As someone with Polynesian blood, as well as lots of other things, lemme see some white, black, Asian, mixed girl or even BOY Moana’s
— Jordan Fisher (@Jordan_Fisher) 26 de octubre de 2017
Entre quienes criticaron las ideas de Feris se encuentra el actor Jordan Fisher. “Como alguien de ascendencia polinesia, así como muchas otras cosas, querría ver Moanas blancas, negras, asiáticas, mixtas, o incluso varones. Es Halloween, dejen que los niños hagan lo que quieran.”, publicó en su cuenta de Twitter.
El argumento simple y conciso del actor sumado a la hipótesis, que también circuló en la red, de que disfrazarse de alguien de otra cultura es una forma de honrarla, equilibraron la balanza de la discusión, que aún se mantiene abierta.
Y tú, ¿qué opinas de la controversia? ¿Disfrazarías a tus niños de personas de otras culturas?