¿Qué hacer cuando te enteras de que un familiar tiene Alzheimer?

Con tu ayuda todo puede ser mejor.

El Alzheimer es una enfermedad muy dolorosa. Pero no por el dolor físico que provoca en quien lo padece, sino en sus seres queridos, al ver cómo la persona a la que aman se va apagando. Por eso, es importante saber cómo actuar si un día alguno de tus familiares más cercanos desarrolla esta enfermedad. 

Es lo más probable que cuando te enteres de la enfermedad, ya lo vinieras sospechando. Incluso es posible que hayas acompañado a tu familiar y escuches el diagnóstico por parte del médico. En ese caso, lo primero es contener a ese familiar, recordarle lo mucho que lo quieres y que no enfrentará la enfermedad solo.

Muchas veces la familia y amigos presienten que algo está mal. El Alzheimer en casi imposible de mantener en secreto, por eso es mejor ser honesto con la familia y amigos cercanos.

Es importante que tanto tú como el resto de la familia se informen sobre qué es el Alzheimer, cuáles son sus etapas y sus síntomas y cómo afectan a quien lo padece. De igual modo, es de gran valor leer testimonios o ver documentales con personas que han atravesado por esta experiencia.

Si tú eres la persona más cercana a quien padece la enfermedad serás quien más información necesite, y después de un tiempo podrás compartir esa información con la familia. Aunque tú te hagas cargo, es de suma importancia que entiendas que no puedes sola. Necesitarás de la ayuda de tu familia y amigos, ya que atender a una persona con Alzheimer es sumamente desgastante. Será necesario que descanses periódicamente para que no te desgastes más emocionalmente. Debes informar a tu familia de esto y de cómo pueden ayudar.

Será también muy importante que la familia y amigos aprendan a interactuar con quien tiene la enfermedad. Por ejemplo, a cómo iniciar una charla: “Hola Pablo, yo soy Julia. Nosotros trabajábamos juntos”. Deben recordar también que no deberán corregir al enfermo si este comete algún error u olvida algo.

No evites informar a los niños de la familia. Aunque sean pequeños, debes responder sus preguntas de una forma simple y honesta. Por ejemplo, puedes decirle a un niño pequeño, “Tu abuelita tiene una enfermedad que hace que se le dificulte recordar las cosas”. Explícales que sus sentimientos de tristeza y enojo son normales, y que ellos no tienen la culpa de nada. Es también muy importante que las actividades de los niños se vean afectadas lo menos posible por esta situación, y asegurarte de pasar tiempo con ellos, que no sientan que toda tu atención es para el enfermo.

Enséñales que aún pueden hablar con la persona. Incluso pueden hacer cosas divertidas juntos todos los días, como cantar o leer. Tener estas actividades juntos puede ayudarle tanto al niño como a la persona con Alzheimer.

Por último, recuerda que el Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa, lo que significa que probablemente llegará un momento en el que la enfermedad será demasiado severa para hacerle frente sola. Si está dentro de las posibilidades, es recomendable llevar al paciente a un establecimiento que se especialice en esta enfermedad. Será lo mejor para la familia y para el paciente, al que podrán visitar cuantas veces quieran para brindarle todo su amor.