¿Por qué las mujeres competimos entre nosotras?
¿Has escuchado esa frase que dice que “el peor enemigo de una mujer es otra mujer”? Si no la has escuchado, seguramente sí te has dado cuenta de que existe la idea generalizada de que las mujeres compiten entre sí, se comparan, se agreden y se debilitan unas a otras. Si bien la frase es un tanto prejuiciosa y malintencionada, en el fondo remite a esa fuerte competitividad entre mujeres. La mayoría sabe de esta competitividad porque en algún momento de su vida la ha experimentado, pero, al mismo tiempo, muchas no comprenden a que se debe o porqué sucede tan frecuentemente.
Muchas mujeres, han manifestado que les resulta normal sentir que tienen que protegerse del resto de las mujeres, y que eso es sumamente agotador, ya que no entienden por qué otras chicas pasan de ser aliadas a enemigas. La profesora en psicología Tracy Vaillancourt, de la Universidad de Ottawa, realizó una investigación al respecto en donde descubrió que, en general, las mujeres muestran una “agresión indirecta” hacia otras mujeres. Esa agresión, según Vaillancourt, es una combinación de mecanismos de “autopromoción”, que las hace sentirse más atractivas, y “menoscabo de rivales”, que las lleva a ser malintencionadas con otras.
Pero ¿por qué sucede esto? Hay dos teorías al respecto:
1. Según la psicología evolutiva, tiene que ver con la selección natural: las mujeres necesitan protegerse de cualquier daño físico, y la agresión indirecta las mantiene a salvo al reducir el número de mujeres disponibles.
2. Para la psicología feminista, agresión indirecta se debe a la interiorización del patriarcado.
El doctor Noam Spencer explica que a medida que las mujeres consideran ser valoradas por los hombres, quienes tienen la capacidad de fecundación, se sienten obligadas a luchar contra otras mujeres por el premio. Otros expertos, consideran que las dos teorías pueden estar en lo correcto y que la respuesta está en una combinación de ambas.
De este modo, la rivalidad no se alimenta solo de características biológicas, sino también por mecanismos sociales. A medida que muchas mujeres sienten que se las aprecia por los ideales y estereotipos físicos, (como la juventud y la apariencia), se ven obligadas a competir contra otras mujeres. En una sociedad patriarcal, para muchas mujeres la aprobación de los hombres es algo de gran importancia, lo que finalmente conduce a esa “rivalidad entre mujeres”.
En los últimos años, a esta competencia entre mujeres, le ha surgido un movimiento en forma de antídoto, la sororidad. Sororidad es un término derivado del latín “soror” (hermana), y, en palabras de la antropóloga mexicana Marcela Lagarde, comprende la amistad y alianza entre quienes se han desarrollado en el mundo patriarcal como “enemigas”. Todo esto con la finalidad de escapar de los mecanismos socialmente aprendidos, en el que las mujeres tienen que ser rivales.
¿Algo de todo esto te resulta familiar? ¿Alguna vez competiste con otra mujer? Es muy probable que sí. Lo importante es darse cuenta, entender por qué pasa, y trabajar para que no suceda más.